Urban Decay. Bondage en edificios abandonados. Al llegar a este edificio abandonado nos encontramos con este banco de piedra, de perfecta construcción, y la viga que cruza todo el patio de una fachada a la de su enfrente. La suspensión estaba muy clara de decidir, pero el riesgo de la presencia de personas es muy fácil de percibir, con ese asiento muy esmerado y trabajado. Por lo general, en los edificios abandonados siempre hay alguna piedra que se usa de asiento, o sofás destartalados, sucios y polvorientos, e incluso es habitual encontrarse sillas, pero este banco es ya un trabajo profesional, muy bien hecho. Es muy cómodo.

"Suspensión y atada en la viga de esta granja abandonada"

No alteró nuestras ideas, pues nosotros siempre tomamos unas medidas de precaución, aunque aquí era muy arriesgado, porque deshacer la suspensión no era cuestión de dos segundos. Se necesitaba tiempo, y eso hizo la seguridad de la sesión mucho más fácil.

Con todas las prevenciones necesarias e imprescindible, e incluso algunas medidas adicionales porque yo siempre prefiero tener recursos de sobras, nos pusimos a hacer la suspensión, y nos decidimos por esta suspensión horizontal al suelo, por debajo de la viga, atada por tobillos, muslos, y cargando la suspensión en el cuerpo con cuatro cuerdas. Me hubiera gustado usar menos cuerdas para darle mayor dureza a la suspensión, pero esa viga tenía las esquinas muy afiladas, y opté por poner cuatro cuerdas por si acaso se cortaba alguna cuerda con el balanceo y el movimiento de la modelo.

Calculé varias posiciones para sus brazos, y escogí las manos atadas a la espalda y levantadas, atadas a la viga, porque me gusta que en la fotografía se vea esa separación de la espalda, que es producto de las ataduras tensadas.

La sesión salió fantástica, haciendo fotos con tranquilidad desde todos los ángulos. No hubo ningún problema. Después, al terminar, nos quedamos en ese banco, sentados, y tal como era fácil de adivinar, vino gente al lugar, pero no se acercaron mientras estuvimos nosotros. Nos saludaron de lejos, y se fueron a otra parte del edificio. He dicho mil veces que estos lugares son muy frecuentados. Son edificios abandonados, pero no solitarios.