Urban Decay. Bondage en edificios abandonados. Andando por los profundos bosques de Siberia nos encontramos con una mina abandonada de la antigua Rusia del siglo pasado. ¡Que no, que no, que es broma! Hoy me he levantado gracioso.

"Atada en esta minería abandonada"

Esta estructura sí pertenece al ramo de la minería, y sí está abandonada, pero en nuestro territorio hay centenares de estas estructuras. La gran mayoría se encuentran en uso, y está relacionado con la creación de cemento y trabajos de piedras, pero este rincón no se trabaja y sí está abandonado. A pesar del gran tamaño de esta estructura, queda muy escondido. La gran mayoría de todo el año, salvo unas horas, ni tan siquiera le da el sol, porque queda de espaldas al sol. Las tierras casi han formado un muro a sus lados y un tejado por encima que la hace muy difícil de ver a simple vista. Está como soterrado, y la parte frontal hay espesa maleza y árboles, pero curiosamente los metros delanteros están despejados y limpios.

Tenía muy claro que este espacio cumple todos los requisitos para ser un nuevo escenario en nuestras fotos bondage.

Había pensado atar a la modelo a los hierros, pero quedaba muy oscurecido y está lleno de arañas, hay nubes de mosquitos y muchos otros insectos que algunos no tengo ni idea de qué era, y llevamos un año con miles de picadas de todo tipo. Además, me gustaba las fotos tanto en el centro de la estructura como abajo de todo, donde termina la inclinación del terreno, y así podía mover a la modelo de sitio y hacer las fotos en los dos lugares.

Me gustan las piernas atadas con mucha cuerda por diferentes alturas, tobillos, gemelos, rodillas y muslos. Es un signo de muchas de mis fotografías publicadas en la web. Junto al frogtied, son dos formas de atar las piernas que me encantan.

"Con las muñecas atadas a cada lado de la cintura"

Los brazos los até distintos. Me gustan los brazos atados a la espalda, pero esta vez está atada con las manos atadas a cada costado, con la cuerda bien tensa haciendo como si fuera un cinturón, y apretando los espacios interiores. Otra cuerda ata sus codos juntos, cercanos uno contra otro, pasando por encima y por debajo de los pechos y cerrando los huecos por dentro, de tal forma que los brazos quedan inmóviles y no puede moverlos en ninguna dirección. Usé un ballgag negro para estar amordazada, porque el tono negro concordaba mejor con respecto a otros colores en ese rincón sombrío, y comenzamos a hacer las fotos.

Hacer fotos en estos lugares es ir subiendo y bajando los montículos de tierra, metiéndome entre pinchos e hierbas, apartando ramas, mirando que tanto la modelo como yo no estemos acribillados a picadas, y mil anécdotas típicas y clásicas del outdoor. Es muy divertido, porque se hace bondage y deporte al mismo tiempo. Quedaron unas fotos muy guapas, y os he publicado de ángulos distintos, para que podáis ver e imaginar el encantador escenario..