WaterBondage. Bondage atada dentro del agua. Esta sesión ha sido muy intensa. Os he publicado nueve fotos donde podeís ver las olas que golpeaban con fuerza contra la roca, y comienzo explicando que todo salió perfecto. La modelo, ¡perfecta!. La roca, ¡intacta!. El mar, ¡fantástico!. El cielo, ¡azul!. ¡Ah, y yo! Supongo que también habéis pensado en mí al ver las fotos. ¡Me da la impresión que no! Las olas me pillaron y me empaparon los pantalones. ¡Que sí, sí! ¡Lo asumo! ¡Sólo es agua! En una hora al sol me seco, lo sé.

"Atada en las rocas del mar"

Elegir las fotos para publicar ha sido increíblemente difícil. Hay centenares de fotos que me gustan mucho, y el agua hace siempre que todas las fotos sean distintas. Nunca salen dos fotos idénticas en estas sesiones, y como siempre las publico con publico con marca de agua y les quito un poco de su calidad real original, por razones lógicas de seguridad.

Teníamos pensado hacer Thyffany Young y yo una sesión de bondage atada en el mar que fuera diferente, y para eso fuimos a las rocas. Estas sesiones son peligrosas y complicadas. No intentéis copiar lo que se ve en Internet, que es muy típico de la gente en este país. No se puede hacer el imbécil. Recordar que las olas empujan y arrastran a las personas. Puede golpear a la persona contra la roca, o incluso en este tramo de costa arrastrar a la persona por las corrientes y la pendiente de la orilla. Todo esto tiene que estar previsto y planificado. El margen de error es cero. Yo creo en el margen de error cero. Dicen que es imposible, pero eso sólo lo dicen los vagos, los inseguros y los que buscan excusas. ¡Lo repito muy claro! ¡El gilipollas lo haces en tu casa con la pelota de tenis rompiendo el jarrón de la mesa si quieres!. En la naturaleza y con la modelo atada, ¡nunca!.

Además, en playas solitarias te puedes encontrar el mayor peligro de todos, que son las personas. En las playas hay demasiado depredador sexual. Hay personas que practican sexo consentido, pero también están los depredadores que van de caza, como digo yo, que son los más peligrosos, porque no están en la playa. Entran, miran, buscan a ver qué pueden acosar, seguir o cazar, y salen. Es un instinto primitivo animal. A veces hemos tenido que cambiar de lugar por falta de seguridad para la modelo porque hemos detectado la presencia cercana de estos putos capullos y hemos ido a otros escenarios, pero estas cosas os las explico mejor en mis artículos.

"En esta sesión alguien desde lejos llamó a la policía"

Pero en esta sesión nos pasó otra historia. Alguien llamó a la policía. No sé quién. Nadie nos gritó. Nadie nos insultó. Nadie nos preguntó qué estábamos haciendo. Nadie se acercó. Nadie dijo nada. Sin embargo, lo he dicho en el párrafo anterior. La gente es el mayor peligro.

Habíamos terminado la sesión de fotos en el agua, y estábamos haciendo un hogtied en la orilla, que os publicaremos en las próximas semanas, cuando de pronto escuchamos sirenas de policía en la carretera, y pararon en una zona cercana. ¡Yo lo tenía muy claro!. Venían por nosotros.

No es directo el acceso a la playa, pero en veinte segundos aparecen cuatro policías de la Policia Local de la población cercana corriendo por la arena. Estaban a unos 200 metros de distancia de nosotros. Las sesiones en las playas son arriesgadas, y la seguridad de la modelo es siempre imprescindible. ¡En todas las sesiones! Por esta razón las ataduras y el bondage en las playas es muy rápido de desatar, y en apenas cuatro segundos la modelo ya está desatada. Se quita el nudo principal, uno o dos nudos, y las cuerdas pierden su fuerza al instante.

La modelo ya estaba desatada cuando llegó la policía. Sabemos que estas cosas ocurren. La presencia de la policía esta dentro de la planificación de las sesiones. ¡Esta previsto! ¡Puede ocurrir, y lo sabemos! ¡Desde el primer día! ¡Y no es la primera vez que nos ocurre!.

He de decir que la policía se comportaron educados, correctos y respetuosos. Según nos explicaron, alguien llamó a la policía diciendo que había una cosa rara en la playa y la chica estaba temblando. Es decir, alguien se refirió a una sesión bondage como "una cosa rara". Esta es la triste realidad de la cultura local y nacional que tantas veces he criticado. Este es un país lleno de prejuicios, de tabues, de miedos, de estigmas, muy influencionado por líneas ideológicas religiosas y puritanas heredadas de otros tiempos y que lamentablemente todavía perduran.

Analizo en un momento la segunda parte de la frase. La persona que llamó dijo que la chica temblaba. Veamos en este punto el vestuario que lleva la modelo. Es el de la foto. Hacia frío ese día. Estamos a 13 grados de temperatura. El agua del mar está en torno a los 13 grados en esta zona. ¿Qué coño quiere que haga la modelo? ¿Qué esté sudando? Hacía frío, sí. Hacemos fotos todo el año, en invierno, en primavera, en verano y en otoño. En verano sudamos de calor y vamos preparados para hidratarnos, y en invierno pasamos frío y vamos equipados para abrigarnos.

En mi opinión personal, es una excusa simplista de la persona que llamó a la policía. Lo digo porque... ¿llamó a la policía porque la chica temblaba? ¿Llama a la policía por cualquier persona que tiembla de frío? En invierno debe de llamar cada dos minutos a la policía. ¿No llama en las otras situaciones? Entonces es sólo una vulgar excusa.

Yo lo voy a decir muy claro. ¡Claro y directo! No voy a permitir que los tabues, los prejuicios, las mentalidades arcaicas, las líneas ideológicas religiosas, y otras dificultades que son las culpables del atraso cultural de este país, impongan sus normas. Es una falta de respeto a las libertades personales. Es censura. Es intimidación. Es querer meter más miedo todavía a los ciudadanos y ciudadanas, pero la libertad, la modernidad, el respeto, la evolución, y el avance cultural, son indiscutibles. Se defienden hasta la muerte, y yo siempre defenderé estos valores. Por lo tanto, ¡seguimos! ¡Sin la más mínima duda ni miedo! ¡Al contrario! Cada batalla, cada combate, es una experiencia que nos hace más fuertes, más estrategas, más experimentados. ¡Y sí, seguimos! Me encantan las batallas.